La atención es un proceso mediante el cual somos capaces de enfocar nuestros recursos perceptivos hacia los estímulos en función de sus características. Hay muchos factores que influyen en nuestra capacidad para atender a las cosas, pero casi todos ellos están relacionados con factores externos a nosotros, es decir, nuestra atención es involuntaria, incontrolable y hace que el concepto de libertad como lo entendemos sea inviable, aunque ésa es otra historia.
Como podréis imaginar, la atención es un proceso adaptativo e indispensable para la supervivencia. El ser capaces de detectar en el entorno estímulos relevantes (bien sea por su peligro, utilidad o propiedades) y enfocar nuestros escasos recursos para actuar de una forma coherente con ellos nos hace ser más capaces de sobrevivir. Sin embargo esta capacidad supone un coste energético considerable para el organismo, y por ello está seriamente limitada. La primera limitación es el hecho de que la atención es focal, es decir, se centra en determinados aspectos e ignora otros en pro de la eficacia. La segunda y más interesante para el tema de la entrada es que tiene límites en el tiempo. Nuestra capacidad atencional máxima se puede mantener en el tiempo durante un máximo de unos 20 minutos. Por este motivo, trabajos que requieren una atención extrema y sostenida tienen regulados por convenio turnos de esta duración máxima, siendo el ejemplo más sonado el de los controladores aéreos.
En las partidas, nuestra capacidad de atención va ascendiendo a lo largo de las fases iniciales. Mi experiencia personal me va indicando que durante el despliegue y los primeros turnos la atención de los jugadores está menos enfocada y se cometen en general más errores. Sin embargo durante los turnos más intermedios, entre el 3 y el 4, en la mayoría de casos la atención es plena. Fijaos en la cara de la gente, casi todo el mundo lo está dando todo y se nota, la situación refleja la concentración. Lo interesante viene en los últimos turnos, cuando el esfuerzo atencional se hace evidente, la gente relaja las posturas, los turnos se hacen más pesados y se llega a experimentar un cierto desapego de la acción de la partida.
Sin embargo, ¿qué pasa con la gente que tiene experiencia? Los jugadores experimentados poseen un mayor grado de automatización de los procesos y las jugadas, y por lo tanto requieren menos atención para ejecutarlas. El beneficio es obvio, en ellos el desgaste de recursos debido a las exigencias de la atención sostenida tiene un menor impacto, por dos razones:
1.- Dado que requieren menos recursos para hacer las jugadas y analizar el entorno, son más resistentes al agotamiento atencional y por tanto pueden "distribuir" mejor el pico atencional en momentos clave de la partida.
2.- Una vez sufren los efectos de este agotamiento atencional, son capaces de seguir actuando con un mejor rendimiento que los jugadores que no tenemos los procesos automatizados, ya que pueden realizar conductas más óptimas sin sufrir la merma de recursos.
¿Se reflejan mis impresiones en vuestras partidas? ¿Como jugadores veteranos o no tan veteranos, notáis los efectos del agotamiento atencional? ¿Sois capaces de mantener la atención en esos momentos en que llevas dos horas jugando y todo se vuelve "turbio"?
Ojalá este tema os resulte de interés y compartáis con la comunidad vuestras experiencias, dudas, opiniones y comentarios.
¡Un saludo a todos!
Muy bueno!
ResponderEliminarPor eso cuesta tanto jugar con tau... por todas las variables a las que hay que prestar atención...
cada vez que juego un torneo al final del dia me duele la cabeza de la atención que presto al juego y eso que juego automatico al conocerme mi lista bastante bien.
ResponderEliminarA mi se me hincha una venilla por ahi la sien que da miedo! haha! va palpitando y todo xD
ResponderEliminarSobretodo en partidas utracompetitivas (esas donde los dos sois buenos y las lista competitivas), salgo con dolor de cabeza del esfuerzo!
Saludos!
Muchas gracias por los comentarios :3
ResponderEliminar@Alvaro Los tau no permiten fallos, y a medida que nuestra capacidad de concentración disminuye los fallos son más probables, así que hay que tener mucha experiencia para jugar de una forma más automática y correcta tau. Y por eso mismo, cuando encuentras un buen jugador tau resulta un hueso tan duro de roer xD
@Guille Eso refleja perfectamente el por qué nuestra capacidad de atención está limitada y cuáles son las consecuencias de sostenerla demasiado tiempo xD
@V de Venneto Yeah, a eso se le llama vasodilatación periférica, el diámetro de los vasos sanguíneos aumenta un poco para permitir un flujo mayor de sangre al cerebro, que lo necesita en este caso para trabajar a todo rendimiento. También es responsable del enrojecimiento de la cara, tan típico también de estas situaciones de estrés máximo xD
Yo lo noto mucho en los videojuegos de lucha. Cuando juego contra otra persona, no puedo pasar de la media hora sin empezar a hacer el tonto y normalmente a perder de forma horrible y estrepitosa.
ResponderEliminarJusto pasado ese tiempo (un cuarto de hora, o 30 minutos como mucho), no soy capaz de jugar bien, de reaccionar a lo que hagan mi oponente ni leches. Empiezo a botonear al azar o a repetir de manera mecánica ciertas cosas, por consiguientem siendo machacado.
Por eso será que ya casi no juego a este tipo de juegos (videojuegos de lucha).
En warhammer lo que me ha pasado muy a menudo es que al final de la partida estoy siempre aburrido y lo que quiero es que termine cuanto antes. Me suele agotar mucho y rara es la partida en la que no proponga dejarlo, o en la que me entretenga de forma horrible charlando sobe cualquier cosa =(